Y es que siento una gran tranquilidad en el alma. en lo profundo. Ni tristeza ni alegría totalmente sobrio. Sin emociones, aunque claro sin llegar a la psicopatía.
Encontrado en el umbral que separa la realidad de la mentira. Un plano donde nada es como aparenta ser. Desatado a los prejuicios, vanidades, hostilidades, morbosidades, hipocresías. Separado del orgullo y demás.
La considero paz. "En forma de hombre". Respeto y Humildad.
De cierta manera, podría ser confusión, temor y deseos enormes de negación, de no admitir los grandes complejos que acechan sin arrepentimiento mi vida. Pero tan solo podría ser...
5 abr 2008
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